martes, 30 de julio de 2013

NIÑOS CON MANUAL DE INSTRUCCIONES.


Ser padres de un niño como Eneko es como conducir un fórmula 1. 
Aunque hayas estado toda la vida conduciendo, aunque parezca que todos los coches son iguales, te encuentras frente a un coche así y te das cuenta que todo lo que sabes sobre el manejo no te va a servir de nada. O de casi nada.
Cuando comienzas a ver botones y más botones, monitores, palancas... Todo se complica.
Ayer tuve una reunión con la logopeda, me dio unas pautas para Eneko.
Hay que estimular la masticación, ofreciéndole las comidas semisolidas por los laterales de la boca.
Hay que darle alimentos ácidos, como zumo de naranja, porque estos alimentos hacen que segregues más saliva. Para fortalecer la acción de tragar.
Pica-pica, nocilla, en les comisuras de los labios, para ejercitar el movimiento de la lengua.
Y algo que me sorprendió. Peta zetas para que aprenda la causa-efecto. Es decir, que hay alimentos que al masticarlos hacen ruido. Al parecer a algunos niños masticar alimentos que "suenen", no les hace ninguna gracia.
Estas son sólo una pequeña muestra. Me maravilla la labor que hacen todos los profesionales que se ocupan y preocupan de niños con alguna dificultad. Y junto a Eneko, estoy aprendiendo a manejar un coche distinto. Un auténtico fórmula 1 que necesita unos cuantos ajustes, una conducción más lenta y segura, pero que sigue siendo un súper coche.
Un auténtico fórmula 1.




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