Escribo cartas a mi hijo Eneko, con el deseo y la esperanza de que algún día pueda leerlas. Eneko es un precioso niño, lleno de vida y ganas de luchar. Nació a las 30 semanas de gestación, lo que posiblemente sea el causante de su retraso psicomotor. Luchamos cada día por asegurarle una vida mejor. ¿Nos acompañas? síguenos en www.facebook.com/enekodiariodeunsueno
sábado, 27 de julio de 2013
LO QUE VEN EN NOSOTROS LOS DEMÁS PADRES
Que cuestión. Los padres con niños especiales, nos enfrentamos día a día con estas personas que nos ven como especies en extinción
¡ madre mía, como lo llevas tan bien!
¡Desde luego, yo no podría !
¡Que cruz y que sacrificio para toda la vida!
Vamos a ver. Y por partes. Somos igual que los demás padres. Aunque a nosotros mismos nos demos el título de "padres especiales", más por recurso literario que porque lo seamos en realidad.
Cualquier padre esta preparado para cuidar y querer a un niño con necesidades especiales. Igual que a un hijo cualquiera. Y lo puede hacer bien, regular, o mal. Exactamente igual que con un hijo cualquiera.
Yo, sinceramente no creo ser mejor madre que nadie. No soy mejor madre que mi madre, que ha tenido cuatro hijos y nos ha criado con mucho amor. No soy mejor madre que mi hermana, que tiene una sola hija y no tiene ningún problema.
Pero tampoco soy peor madre que las madres que han tenido, tienen o tendrán que sacar adelante a hijos en situaciones de guerra, pobreza o cualquier circunstancia.
Los padres, sean ricos, pobres, ilustrados o ignorantes, estamos preparados para todo. Para todo lo que necesiten nuestros hijos.
Lo único que nos diferencia de otros padres es que nosotros conocemos términos médicos, diagnósticos impensables y terapias interminables. Pero eso no nos hace más fuertes, más valientes, ni siquiera más válidos que tu. Esa es una responsabilidad y una parte más de la paternidad. Nada más. Nada menos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario