miércoles, 29 de enero de 2014

Y ASÍ NACISTE TÚ...

Os acabáis de incorporar a nuestro viaje?
Esta es la historia de un superviviente, de un luchador dentro de un cuerpo pequeñito. 
Es la historia de una persona que aprendió a superarse, antes de saber siquiera que lo estaba haciendo.
Es la historia de Eneko. La historia de nuestro nacimiento juntos...

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Y ASÍ NACISTE TÚ...

Hoy me he dado cuenta que la vida es increíblemente impredecible. Poco antes de que nacieras, en Navidades del 2010, pensaba en como me las arreglaría a partir de abril, que era cuando tendrías que haber nacido. Y era feliz, pese a que tu llegaste por sorpresa y me pillo la noticia del embarazo recién incorporada al trabajo tras la baja de maternidad de Arrate. Y otra vez a coger la baja, y otro embarazo de riesgo. Tuve placenta baja desde el principio, que más tarde derivó en placenta previa. Pero no sospechaba ni por asomo que los acontecimientos se precipitasen así. La noche que naciste, el 5 de febrero de 2011 la tengo grabada a fuego en el alma. Salí esa tarde a pasear con tus hermanos, y me encontraba perfectamente. Unos días antes había estado en la consulta del ginecólogo y ya me habían confirmado que nacerías por cesárea, y que no esperarían a que me pusiera de parto para evitar riesgos innecesarios. Sería un parto programado, seguramente antes de finalizar el embarazo. Pero yo no era consciente de la gravedad del tema, ya que el ginecólogo solamente me recomendó una vida relajada y sin estrés. Hasta ahí todo bien, pese a que entonces tu hermana no tenía todavía ni un añito y fue bastante complicado cumplir las recomendaciones del médico. Por suerte Arrate era muy buena y bastante independiente. Y contaba con la ayuda de tu hermano javier, que me ayudaba mientras papá trabajaba. Esa noche, me fui a la cama tranquila, sin ningún síntoma, como una noche más.
Eran las tres de la mañana cuando me desperté. Me levanté al baño y empezó así la peor noche de mi vida. Recuerdo que sangraba sin parar.Llame a papá, muy asustada, ya que el sangrado cada vez era más intenso. Por suerte tu padre mantuvo la mente fría, llamo inmediatamente al 112, y pidió una ambulancia urgente, "-mi mujer se está desangrando". Hay frase que no olvidare jamás. No pasaron ni 15 minutos y ya estaba la UCI móvil en casa. Para entonces ya estaba yo casi dormida, debido a la pérdida de sangre. Me mantenía despierta el intenso dolor que empezó en la espalda. Más tarde me dijeron que eran contracciones. Cuando consiguieron estabilizarme, me subieron en la ambulancia. -¡A toda leche para el hospital! Otra frase imborrable. La oí decir al médico. Mientras papi se quedaba en casa, sólo, y con una serenidad que sólo tiene una persona en situaciones extremas. Llevó a tus hermanos con la abuela, intentando que sobretodo javier no viese el espectáculo dantesco de sangre en nuestra habitación. No me imagino como se tuvo que sentir en ese momento. Pensando sin duda que alguno de los dos, o quizás los dos, moriríamos. Yo tengo que decir que en ese momento no pensaba en nada ni en nadie. Sólo en ti, no me importaba morir, pero les pedía entre sueño y realidad a los médicos de la ambulancia que te salvasen la vida. Pero papá se llevó el susto de su vida. Antes de bajar para el hospital se detuvo en la puerta de la habitación y pensó que nada sería igual que horas antes. Y tuvo que conducir hasta el hospital sin saber que se encontraría al llegar allí. Y cuando llegó no encontró nada, que curiosa casualidad, que urgencias siempre está llena de gente, menos esa noche que no había un alma. Precisamente es noche que papi necesitaba alguien, aunque fuese totalmente desconocido, para sentirse menos solo. Mientras tanto yo acababa de entrar en urgencias, y lo primero que hicieron fue realizarme una eco grafía, para ver si todavía latía tu corazoncito. Yo pregunté:-¿ está bien? Y la médico me miró un instante y me contestó: - vamos a hacerte una cesárea. El bebe tiene latido, vamos a hacer todo lo que podamos. Tranquila.- nunca pedirme tranquilidad fue tarea más difícil. Y la impotencia y la rabia se mezclaban con mi propio instinto de supervivencia. Mis ojos se cerraban, mientras luchaba por no dormirme y que al despertar no estuvieses ya conmigo. Por el pasillo corrían con la camilla, y en unos segundos de consciencia me sentía como la protagonista de una película en la que no quería estar. Luego el silencio.
Papi mientras tanto en la sala de espera. Nadie le informaba, y cuando por fin lo hicieron, fue para comunicarle que tu estabas bien pero que yo había entrado muy débil, y que no le podían decir nada todavía. Yo creo que pensó que había muerto. Paradojas de la vida, un mes antes había fallecido la mujer de un conocido suyo, precisamente en el parto. Y eso se le vino a la cabeza tantas y tantas veces esa noche...
El final ya lo conoces, por suerte los dos salimos vivos del trance y aunque no es fácil asumir que posiblemente ese fue el culpable de tus problemas, al menos estamos aquí para luchar.
Cuando te miro pienso en lo que debiste luchar para mantenerte con vida, para respirar dentro de un cuerpo que también luchaba por no rendirse.
Dos años después, y transcurrido un largo camino, aquello que me asustaba tanto cuando estaba embarazada, la rutina, ya no me da miedo. Lo único que me aterroriza es pensar que estuvimos a punto de no tener la oportunidad de seguir adelante.
Tu llegaste para revolucionar mi vida. Gracias.





lunes, 27 de enero de 2014

LA VIDA ES CAPRICHOSA. TE LLEVA EN VOLANDAS...

La vida es caprichosa. TE lleva en volandas, te hace fiestas, te sonroja las mejillas. Pero también te hace daño. Te quema, te desgarra por dentro, te humedece el alma y ahoga tus sueños...

Pero la vida... qué es la vida. No es nada más que lo que tú quieras que sea.
A veces, tenemos retos complicados que superar. Hay etapas en las que todo se vuelve gris. Incluso algunos días ennegrece demasiado.
Pero no podemos quedarnos llorando en un rincón. No. Eso es demasiado fácil.


En estos momentos, me gustaría ser una niña, volver del colegio y encontrar a mi madre esperando en casa con el bocadillo preparado. Ver los dibujos sentada en el suelo, sin sentir la presión de la responsabilidad.

Pero ya soy mayor. Soy madre de tres personitas, que necesitan sentir eso que yo sentía de niña... Seguridad.

Es complicado ser madre. ES complicado dejar de ser esa niña.

Todo saldrá bien...

miércoles, 15 de enero de 2014

DÉJAME QUERERTE SIEMPRE...

 
Déjame acariciar tu barriguita mientras duermes. 
Déjame susurrarte al oído que eres mi pequeño príncipe. 
Déjame calmar tu llanto cuando no entiendas al mundo. 
Déjame compartir contigo cada amanecer, cada tormenta, cada rayo de sol. 
Déjame cantarte cada noche, canciones que me invento solo para ti.
Déjame contarle al mundo lo especial que eres.
Déjame que sueñe contigo, imaginando un futuro sin limitaciones.
Déjame estar junto a ti, cuando consigas un nuevo avance.
Déjame besarte, mimarte, con sentirte
Déjame sentir lo que tu sientes.
Déjame descubrir contigo el resto de nuestras vidas.




lunes, 13 de enero de 2014

POR LA IGUALDAD BIEN ENTENDIDA, SIN FALSOS PREJUICIOS...

Por la igualdad bien entendida, sin falsos prejuicios...

Hola 
Soy Eneko. 

Quiero crecer sabiéndome único. quiero ser una parte de la sociedad, tener mis amigos, poder estudiar, y tener acceso a todo lo que se supone que merezco.
El otro día le dijeron a mami:
-¡No sabía que tenías un un hijo que no estaba bien!-
Señora, a que se refiere cuando dice que yo no estoy bien?, a que no llevo el ritmo de mis amiguitos, a que me cuesta todo mucho más, a que he pasado por operaciones, tratamientos, ingresos, eso es no estar bien?
Porque le voy a decir que yo SI estoy bien. Duermo en una cama calentita, mis padres me quieren muchísimo. Tengo dos hermanos que me adoran, y soy muy feliz.
Tengo un retraso en el desarrollo, pero no soy retrasado. Y esas etiquetas, aunque dichas con respeto, marcan más de lo que ustedes se piensan.
El niño autista, el minúsvalido, el discapacitado...
No es lo mismo tener una discapacidad que serlo.
Aunque parezca lo mismo.
Yo mando un mensaje a los mayores que no nos entienden, que no nos respetan, que nos señalan con el dedo, que se compadecen de nuestros padres.
Y quiero que entiendan, que tener una discapacidad, no me impide ser feliz. Ni a mi, ni a mi familia.
Mi madre piensa que cuando dicen de mí que no soy normal, me hacen más grande. Porque los que se salen de la norma, son genios, personas únicas y excepcionales.
Pues me gusta. Ya nunca quiero ser normal.








SIEMPRE QUISE SER MADRE

Siempre quise ser madre. Desde pequeña ese deseo me ha acompañado en mi vida. Soy fan número uno de mis tres hijos, pero por su situación personal mi hijo pequeño necesita más apoyo y dedicación. Por eso creo que la vida me ha traído un regalo. Tener la oportunidad de querer, cuidar, enseñar, proteger y guiar a mi hijo eneko. Porque estoy feliz de que me haya pasado a mi, que tengo amor y fuerzas suficientes para darle todos los días. Y me gustaría que todo fuese distinto? , pues claro. Me encantaría verlo correr, gritar mi nombre en la calle, saltar, y todas esas cosas que hacen los nenes de su edad. Pero no estoy triste. Eneko es así y es único y especial. Y no lo es por lo que no hace, sino por lo que es capaz de conseguir sin necesidad de hacer todas esas cosas. Por arrancarme tantas y tantas sonrisas todos los días, por enseñarme a disfrutar de cosas pequeñas, y hacerme feliz con los abrazos más tiernos del universo