domingo, 13 de abril de 2014

CUÁNDO DEJASTE DE SER UN BEBÉ...

Cuándo dejaste de ser un bebé...

Hemos estado tan pendientes de tu evolución, de tus problemas, de luchar cada día, que te has hecho mayor sin darnos cuenta.
Te miro, mientras duermes a mi lado. Te acaricio la espalda, y de repente, ya no eres el niño prematuro que peleaba por sobrevivir. 

Cuándo has dejado de ser tan frágil...

Recuerdo como si fuera ayer cuando pasaba las noches despierta, temiendo que no pudieses despertar. Cuando mis sospechas sobre tu desarrollo, eran pesadillas constantes. El temor a lo desconocido, resultó mucho peor que la realidad.
Eras tan distinto, tan especial, que tuve que tirar todos mis apuntes, olvidar todo lo aprendido. Descubrir otra forma de ser madre. Entre lo sublime y lo dramático, así eran nuestros días.

Cúando aprendiste a sonreír sin temor...

Preocupados por verte caminar, hablar, crecer como los demás, nos olvidamos en ocasiones que eso no tiene importancia. Al menos no tanta. Lo importante de verdad, es ver a tu hijo sonreír. Reír a carcajadas. Lo que de verdad importa es alcanzar la felicidad. Algo tan complicado, y que tú consigues cada día.

Y después de todo este tiempo, intento que todos los días que nos queden por pasar juntos, todos los meses, todos los años, sean para alejarnos de los calendarios, de los apuntes, de los miedos.

Porque verte feliz, es todo lo que me queda por hacer en esta vida. Y eso es a lo que me voy a dedicar... En cuerpo y alma.

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