domingo, 11 de mayo de 2014

LO QUE DEBES SABER SI TIENES UN HIJO ESPECIAL



1. Rompe los calendarios. No pienses en la edad de tu hijo. Fíjate solamente en las cosas que va consiguiendo. Independientemente de sí debería haberlo hecho hace seis meses o dos años. 

2. No pretendas que tu familia sea como las demás. Para bien o para mal, sois diferentes al resto. Si tienes que convertir tu salón en una sala de terapias, con un colchón en medio. O si tienes que arrodillarte en medio de la calle, abrazar a tu hijo, y olvidarte del mundo que te rodea. Si con eso logras calmar a tu asustado hijo, no mires alrededor.

3. No hagas de tus demás hijos unos futuros cuidadores. Los hermanos de tu hijo, si los hay, tienen que vivir, crecer y disfrutar. Sin el agobio que algunas veces los padres, inconscientemente, les hacemos sentir. Los hermanos de tu pequeño siempre le protegerán, pero no les hagas sentir que es su responsabilidad. Es de los padres.

4. Intenta despejarte de vez en cuando. Vete al cine, a cenar, a la peluquería, y si no puedes permitírtelo, pide a alguien que se lleve a los niños y quédate simplemente tumbada en el sofá. Sin hacer nada. Nada de nada. Sólo túmbate y no pienses.

5. Haz un ejercicio de concienciación con la realidad. Anota en un papel las sensaciones negativas que sientas. Cuando se producen. Y que haces para eliminarlas.
Y anota también las buenas. Cuando se producen. Y que puedes hacer para alargarlas en el tiempo.
Tu hijo estará seguramente en ambas sensaciones.
Cuando te aborden las malas, lee las ocasiones en las que tu hijo te ha hecho sentirte bien.
No dejaran de haber malos momentos. Pero te ayudara a relativizar la importancia que a veces le damos a los días malos. A los momentos difíciles. Y también te ayudara, con toda seguridad, a disfrutar más intensamente esos ratitos de inmensa felicidad.

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